miércoles, 26 de agosto de 2009


La mujer y la familia. 
Ya señalamos el papel de suprema importancia que tiene la mujer para la especie humana, sin embargo, su papel va mas allá de ser la depositaria de la simiente humana, también en ellas se deposita la custodia de los valores, que deberán ser transmitidos generación tras generación. La enseñanza de los valores, que son arrancados materialmente por las criaturas, que cada una de las acciones de la madre, es vigilada con celo para el aprendizaje y puesta en acción de las capacidades a las que esta facultado el nuevo ser, la educación es un aprendizaje el cual en sus primeras etapas, la mujer como madre se obliga a satisfacer. 
Pilar fundamental de la familia, en ella se encuentra el eslabón que cierra el círculo, a ella se reduce la consolidación del núcleo familiar, en ella se vierten las angustias y desesperaciones de cada uno de sus miembros. Por su gran capacidad de dar comprensión, ternura, cariño, amor es manantial inagotable en la noble tarea de la formación, la responsabilidad adquirida de facto, por completarse en lo que es, deja a la mujer muy por encima de la egoísta proposición de algunos filosofastros que por su miopía, las mujeres han padecido algún tipo de marginación.


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